
La serpiente despierta
y asciende
al centro del hueso púbico
trepa a lo largo de tu columna.
la serpiente une cielo y tierra
corazón, útero, yoni
frete a ti
una diosa roja de pelo largo dice:
abre los ojos, ¡mírame!
y te penetra como una bala,
te abre en canal
entra y sale de ti
luego, fuera se multiplica:
dos diosas rojas penetran tu cuerpo
para señalar los surcos sutiles que te circulan
y salen de él abajo
se cuadriplican frete a tus ojos:
cuatro yoginis rojas de pelo largo como abejas.
te penetran ocho, doce, venticuatro
sesenta y dos diosas rojas forman la colmena
alojadas en tus puntos marma
miran hacia el corazón, donde descansa la reina
se tumban y bailan el Tandava
serpentean, retozan…
Erotizadas en su gozo
manan ríos de Amrita que te recorren.
el flujo viajan hacia el corazón
el flujo alimenta a la reina sentada en tu corazón
los ríos se unen y te surcan juntos
hacia el yoni
Un río que tu coño expulsa fuera para fundirse con la noche
y dibuja un halo azul que te rodea.
Observas la noche, el espacio
las diosas dejan de manar su néctar
y tú eres la noche en el espacio.
Tú eres el espacio.